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LUN 29.04.2019
Jan Oblak sin duda se encuentra entre los mejores porteros del mundo. Sus cifras hablan por sí solas. La semana pasada jugó su partido número 150 en LaLiga Santander, manteniendo su portería invicta en 88 ocasiones y cediendo solo 90 goles durante ese tiempo.
En la temporada actual ha conseguido dejar la portería a cero en 20 ocasiones, la mejor marca en las cinco mejores ligas de Europa. También tiene el porcentaje más alto de paradas en LaLiga Santander (81%) y no ha cometido un solo error que suponga un gol en toda la temporada.
Oblak necesitó algo de tiempo para convertirse en la primera opción del entrenador del Atleti, Diego Simeone. Llegó con una lesión, y la buena forma de Miguel Ángel Moya hizo que no debutara en LaLiga hasta los últimos meses de la temporada 2014/15. Desde entonces, ha seguido creciendo y va por buen camino para ganar su cuarto Trofeo Zamora como mejor portero de la temporada en cuatro años, galardón que reconoce la media de goles recibidos respecto a los partidos jugados.
El papel del portero es algo cambiante en el fútbol moderno, pero lo que impresiona de Oblak es lo bien que hace lo básico. No sólo es un portero que nos regala paradas formidables, su manejo es tan bueno que a menudo se pasa por alto cuando se comentan sus puntos fuertes. Siempre sabe cómo colocarse en la mejor posición y es capaz de hacer una lectura inteligente del partido, consiguiendo que la facilidad de sus paradas parezca algo sencillo, una habilidad que a menudo pasa desapercibida para los que lo observan.
En resumen, Oblak es un portero que emana confianza. No solo en sus propias acciones, sino también organizando su defensa. Si una defensa no confía en el hombre que está a sus espaldas se notará en cómo actúan, pero en el esloveno tienen un gigante que los tranquiliza con su presencia “de hielo”.
La mala suerte con las lesiones, especialmente en la defensa, también ha significado que Oblak no haya jugado con una defensa de cuatro esta temporada. Simeone solo pudo desplegar la misma defensa en partidos consecutivos en tres ocasiones en LaLiga Santander, pero afortunadamente, Oblak ha estado siempre presente y su influencia está creciendo y creciendo.
En marzo, lució el brazalete de capitán por primera vez en la victoria por 1-0 del Atleti contra el CD Leganés, y, a principios de mes, renovó su contrato con el Wanda Metropolitano hasta 2023. Todavía con solo 26 años, los rojiblancos pueden contar con que Oblak defenderá su portería en LaLiga durante muchos años
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