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DOM 12.01.2014
El protagonista del partido entre el RCD Espanyol y el Real Madrid CF de este domingo no estará sobre el césped del Estadio de Cornellà-El Prat. Tampoco marcará ningún gol ni deleitará a los aficionados con jugadas que quedarán para el recuerdo de la grada. Él ya lo hizo mucho tiempo atrás. Una temporada más, Alfredo Di Stéfano volverá a disfrutar del duelo entre los dos equipos en los que militó en la Liga BBVA.
En 1964, tras una etapa de más de diez años en el club blanco, La Saeta Rubia abandonó Chamartín rumbo a Barcelona, donde se puso a las órdenes de Ladislao Kubala. Atrás quedaban los 308 goles que marcó en 396 partidos con el Real Madrid y que le convertirían para siempre en el estandarte histórico del madridismo.
El Espanyol recibió a la sensación del momento con los brazos abiertos y el destino quiso que aquella temporada comenzase con un significativo encuentro entre los dos conjuntos. Fue el 13 de septiembre de 1964 y, aunque Di Stéfano no marcó, sí se enfrentó a sus antiguos compañeros. En su primera temporada con el club perico (1964/65), La Saeta anotó siete goles en 24 partidos y dejó al equipo undécimo en la tabla. En el curso 1965/66, marcó cuatro tantos en 23 choques y el Espanyol quedó duodécimo.
Esa fue la última campaña en la que Di Stéfano se vistió de corto en partido oficial. Después llegaron los homenajes que le brindaron todos sus clubes y su nueva etapa como director deportivo del Real Madrid en 1990.
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