Un histórico derbi vasco diferente

Es tiempo de derbi. De histórico derbi vasco. De lucha. De pelea. De demostrar al rival por excelencia que eres mejor que él. Y el precedente más cercano lo encontramos en la primera vuelta de LaLiga. Entonces, era el equipo txuri-urdin el que se encontraba por delante en la clasificación y el que llegaba al choque con dos puntos de ventaja con su eterno contrincante.

Era el principio de temporada y a pesar de que habían transcurrido sólo cinco jornadas, tanto Real Sociedad como Athletic Club no empezaron de la mejor forma posible. El cuadro de San Sebastián, con David Moyes en el banquillo, no acababa de jugar como se esperaba, mientras que los hombres de Valverde acusaban el cansancio acumulado de haber comenzado antes que nadie la pretemporada.

Les costó coger ritmo pero ahora son dos tranvías difíciles de parar. Mientras que en el inicio de curso era Agirretxe el hombre gol del conjunto txuri-urdin, ahora es Jonathas el que ha recogido el testigo. Las cosas no cambian en este aspecto por Bilbao, donde Aduriz, a sus 35 años, sigue demostrando a base de goles por qué es uno de los mejores arietes nacionales.

Una inoportuna lesión nos impedirá ver a Raúl García jugando su primer derbi en San Mamés como ya hiciese en Anoeta, pero nos dará la oportunidad de disfrutar de Eraso, que tras la ausencia del jugador navarro ha crecido en protagonismo. Vela, por su parte, ha ido de menos a más y ahora es el jugador desequilibrante que vivió en la Real sus mejores días.

Aunque si hay que mirar a dos jugadores ésos son Iñaki Williams y Mikel Oyarzabal. El futbolista rojiblanco ya sabe lo que es vivir un derbi. Ya está asentado en el equipo y su potencial es inmenso. Oyarzabal, en cambio, está disfrutando de sus primeros partidos en la Liga BBVA, pero le han sobrado minutos para demostrar la calidad que atesora. En la última semana ha marcado tres goles y lo que era promesa se ha convertido en una realidad.

En esta edición, los estilos de juego serán más parecidos. Ahora la idea de jugar el balón de forma rápida no sólo es la de Ernesto Valverde sino que también es el sello de su homónimo Eusebio Sacristán. La presión alta y el gusto por el buen fútbol se darán cita en La Catedral, un escenario al que ambos llegan con las ganas de ganar algo más que lo que se suele considerar como tres puntos, justo cuando el Athletic se sitúa cinco por delante.