Natalia Pablos: la capitana vuelve a casa

Llegó a Bristol, a un equipo en teoría humilde, en teoría familiar, en teoría de la parte media de la tabla. En pocos meses se encontró luchando por el título de liga en el último partido y disputando una final de la FA Cup. Quizás por eso ahora no mira la clasificación de la Liga Iberdrola, donde 'su' Rayo tiene 4 puntos, con una victoria y un empate. Natalia Pablos, la máxima goleadora en la historia del Rayo Vallecano, la eterna capitana, vuelve a casa. Después de cuatro años fuera regresa a España para defender el único escudo que ha lucido en la Liga Iberdrola, el de su club de siempre.

Natalia ya está en Madrid, con ganas de empezar a entrenar con su 'nuevo' equipo. "De cuando me fui a Bristol la primera vez solo queda Ali. De la segunda etapa de tres meses queda alguna más, como Mendi, Carreño, Sole...", cuenta en LaLiga. Ellas ya saben lo que es tener a Nata como compañera, pero no necesita presentación en el vestuario de la franja. Dieciséis años han pasado desde la creación del Rayo Femenino, dieciséis años del debut de Nata con la camiseta rayista. "Yo estaba en el equipo anterior que pasó a ser Rayo Vallecano". Y durante trece temporadas se convirtió en un símbolo. 313 goles en 327 partidos. Tres Superligas y una Copa de la Reina. Jugó Champions con el Rayo en el Estadio de Vallecas, donde marcó uno de los dos goles con los que las rayistas vencieron al Arsenal Ladies. Quién le iba a decir que acabaría jugando con las gunners. Cuatro años en Inglaterra, dos equipos, Bristol y Arsenal, y "muchas ganas de regresar. Cuatro años son más que suficientes".

Iniciandome en la aventura del twiter,del ingles y de mi nuevo equipo,el Bristol Academy

— Natalia_Pablos (@Natalia_Pablos7) March 20, 2013

La aventura empezó en marzo de 2013, cuando cambió Madrid por Bristol. Lo más duro de los inicios fueron "el frío y el no hablar nada de inglés. Hacía tanto frío que el primer día nos metieron en un campo indoor y pensé: "me quiero ir a mi casa". Y además, por primera vez en mi vida no entendía nada de lo que decía el entrenador. Estuve tres meses solo escuchando. No tenía nivel ni para ir a la academia. Al menos tenía a Laura del Río que estaba integrada en el equipo. Fue mi primer apoyo, me traducía y me enseñó cómo funcionaba todo". A nivel de resultados, el Spanish Bristol, en el que también estaba Keka Vega, no pudo ir mejor. Subcampeonas de liga y FA Cup, clasificadas para la Champions. Nata consiguió 12 goles en 18 partidos, fue elegida en el XI ideal de la FAWSL y nombrada Manager's Player of the Season por los entrenadores del Bristol, un plantel liderado por Mark Sampson, que al acabar el año pasó a ser seleccionador de Inglaterra. 

Volvió al Rayo unos meses, para no estar parada en Navidad. Regresó a Bristol, donde en liga tuvieron que conformarse con luchar por evitar el descenso. Pero las alegrías llegaron en Champions, donde eliminaron al FCB Femení en octavos y se clasificaron para cuartos. Ese partido ya no lo jugó Nata, que cambió Bristol por Londres. "Tenía ofertas del Chelsea y del Arsenal, pero había estado con Pedro en el Rayo, le conocía y decidí marcharme al Arsenal". 

Spanish connection!!! pic.twitter.com/3NX3Q8oTtX

— Laura del Río (@LauDelRio10) April 28, 2013

Allí se creó otro equipo 'español', el 'Spanish Arsenal Ladies', con Pedro Martínez Losa de entrenador. Con Natalia Pablos y Vicky Losada en el campo, a las que se acabaría uniendo Marta Corredera tras el Mundial de Canadá. "En el Arsenal he vivido el fútbol profesional en todos los sentidos. Pasar muchas horas en el club, entrenamientos por la mañana, comer todas juntas en la ciudad deportiva, ganar títulos, coger experiencia en ese tipo de partidos...". Pero esta segunda temporada ha sido dura, "complicada, por falta de minutos. Eso ha determinado un poco mi vuelta a casa. Es difícil gestionar que no juegas cuando además estás sin tu familia. En una temporada así te das cuenta de que es difícil gestionar un vestuario profesional. Ha sido un año duro en general, éramos muchas jugadoras, no se ha repetido 11, gente importante sin jugar, internacionales en el banquillo... Es difícil gestionarlo y manejarlo". En su maleta de vuelta, una Continental Cup y una FA Cup. Un título por año. 

De sus dos años en Bristol se queda con dos recuerdos: su debut en el que marcó dos goles y su primera final de la FA Cup, en la que cayeron 3-0 ante el Arsenal "perdimos, pero fue un recuerdo muy bonito". De sus dos años en Londres se queda con los dos títulos. Solo le ha quedado una espinita: "Haber jugado unos minutos en Wembley, aunque hubiera sido un poco". Tuvo que vivir desde el banquillo la FA Cup que ganó el Arsenal al Chelsea.

Una imagen vale más que mil palabras!Actions speak louder than words!Championsss!!Campeonass!!! pic.twitter.com/qD0JoYRYOY

— Natalia_Pablos (@Natalia_Pablos7) May 14, 2016

Las Copas han sido su especialidad en Inglaterra y ese es su objetivo con el Rayo Vallecano: "Yo miro a lo alto. Me gustaría no solo luchar por no descender, sino intentar conseguir un puesto en Copa de la Reina". Ha seguido al equipo en la distancia: "Es un equipo muy joven, pero tácticamente muy ordenado. No sé cómo es el ambiente dentro del vestuario, pero imagino que con muchas ganas de crecer. Es un reto diferente, pero tengo muchas ganas".

La Liga Iberdrola ha cambiado mucho en cuatro años: "Ha crecido mucho. No sé lo que me voy a encontrar, pero ahora se dan partidos por televisión, algo que es fundamental y básico. Tenemos patrocinador, que es algo que llevamos años buscando. Vuelvo en un buen momento de crecimiento. Para mí, la unión de LaLiga, la televisión y el patrocinador es igual a crecimiento. El apoyo de LaLiga es fundamental. Antes era impensable tener una ficha con tus datos, parece una tontería, pero no lo es. También es muy bueno que los clubes reciban ayudas para crear estructuras. Aunque se tenga el respaldo de un equipo masculino, que los femeninos puedan ir teniendo estructuras es clave para el crecimiento". Natalia Pablos ha vuelto a la Liga Iberdrola con un par de trofeos y cuatro años de experiencia para seguir creciendo.